Escorpio

La redición del ego, la entrega del Ser

Con la entrada del Sol en Escorpión, comienza a tomar fuerza la energía de transformación en la que crece todo aquello que no esta a la luz, entramos a la alquimia del otoño, el movimiento se da en lo subterráneo, lo profundo, lo oscuro. Empieza el período en el que reina la noche, la energía regresa de nuevo a la profundidad de la tierra, los días son claramente mas cortos, se comienza a sentir viento frío, los árboles empiezan a perder hojas que fertilizarán la tierra de la cual surgirá la vida renovada en el próximo ciclo. A nivel humano, comienza a sentirse la presencia de la noche, llevándonos al recogimiento, se presiente ya el fin de año y el invierno.
Escorpio es un signo que ha sido mal interpretado por aquellos que no comprenden la profundidad de su simbolismo. Escorpio rige sobre la muerte, el sexo y la riqueza oculta, temas socialmente envueltos en misterio y tabú vehículos de transformación profunda y que nos han sido vedados por los sistemas de creencias con los que hemos crecido. Escorpio es el signo de la rendición del ego, es el signo en el cual se puede dar la transcendencia y la conciencia de inmortalidad del alma, es a través de las experiencias simbolizadas por él, que el hombre puede entrar en contacto con su ser inmortal, el ser espiritual y un sentido trascendental de vida.
Todo encuentro, ya sea con una persona, un proyecto o actividad nos transforma, sin embargo al creer que somos inmutables que somos “alguien”, siempre el mismo, evitamos el darnos cuenta de esto ya que nos han enseñado a temer al cambio y la inpermanencia, cuando en realidad vivimos en transformación constante a cada instante de nuestra existencia. Indudablemente cada experiencia nos modifica, es así como incorporamos conocimiento y conciencia, cuando nos dejamos tocar y modificar por los eventos con los que nos encontramos. Esta dinámica implica por otro lado, en cada uno de nosotros sacrificar o entregar alguna parte nuestra y al dejarnos sentir lo que “lo otro” transforma en nosotros, y de alguna manera morir al que éramos antes. Es en este proceso que nos encontramos con la invisible y transformadora energía de Hades - Plutón , dios del inframundo, regente y señor de Escorpio, quien obliga para entrar en sus terrenos, el llegar completamente desnudos y sin ninguna posesión terrena, es solo así; sin adornos, sin elementos que cubran nuestra naturaleza interna, que podemos entrar en la parte mas profunda, inocente y cruda de la naturaleza humana, la mas mágica de la cual surge toda creación.

La rendición del ego.
Escorpio rige sobre la sexualidad y el deseo, temas profundamente distorsionados en la historia de la humanidad. Hemos olvidado que lo que está detrás de nuestro deseo sexual, es la inmensa fuerza de vida que opera en toda la naturaleza, es el aliento de vida que paradójicamente no somos capaces de ver hasta el momento de la muerte, cuando ya no está en este plano, es esa misma energía la que nos anima, es la creación buscando renovarse a sí misma, es gracias a ella que todo en el universo existe y en nosotros se manifiesta como deseo y pasión, es el impulso creativo de la vida misma buscando nuevas formas de expresión y es solamente rindiéndonos a ella y venerándola, que logramos entender que podemos ser amados aún en nuestra parte mas cruda, nuestra parte animal y se dice también que es ahí en lo mas oscuro, en donde se encuentran los tesoros ocultos, en donde podemos tocar el éxtasis de pertenecer a algo mayor, en donde somos instrumento y vehículo de la creación divina y es así, que estamos hechos a imagen y semejanza de Dios, que somos copartícipes de su creación y que podemos generar vida. Así el acto sexual, en su sentido mas elevado implica la rendición del ego individual y el reconocimiento de un poder destructivo y regenerativo en nosotros mismos, ya que cada creación implica también la destrucción de formas anteriores y finalmente la destrucción de si misma. Es este el símbolo del Ave Fénix. Por milenios en occidente nos hemos mantenido desconectados de este principio fundamental, creando tabúes y negatividad alrededor de la sexualidad, nos hemos mantenido alejados de nuestra mas profunda fuerza, la fuerza creativa, es por esto que en las culturas orientales el sexo ha sido venerado como el camino mas inmediato a la totalidad espiritual, es precisamente a través de la culpa y el temor que nos han separado del mayor acto de amor y comunión del cual somos capaces los seres humanos.
Escorpio rige la fuerza creadora latente de la madre tierra, misma que se aloja en el vientre femenino y es por esto que es tarea de las mujeres, el recuperar el ritual que nos lleva a la profundidad sexual a la que los hombres, no tienen acceso en si mismos. No es nuevo el escuchar la profunda insatisfacción sexual de las mujeres, origen de tanta neurosis y violencia, no hay que olvidar que Marte, el dios de la guerra es el antiguo regente de Escorpión, cuando hay insatisfacción sexual se genera mucho enojo, es de ahí de donde surgen las guerras. Pero de la misma manera, hemos perdido como mujeres, la tarea ancestral de enseñar a los hombres el arte erótico, no podemos olvidar que han sido siempre sacerdotizas, geishas y amantes las que han iniciado a los hombres en un arte en el cual en realidad ellos no tienen la capacidad de profundidad necesaria para alcanzar el estado de éxtasis espiritual al que conduce el sexo vivido desde el Tantra o el camino del Tao sexual, ha sido también por medio de la represión de la sexualidad femenina que nos han alejado del contacto espiritual y curativo que nos brinda la sexualidad.
Escorpio, como signo de Agua, es uno de los encargados del desarrollo emocional en el ser humano, es aquí donde confrontamos los sentimientos profundos; el deseo, el instinto, los celos, la envidia, el miedo y la necesidad de control, sentimientos que pertenecen a la naturaleza humana y residen en todos nosotros, pero aquellos nacido bajo este signo tienen una perspicaz manera de percibir en sí mismos y en los demás estos sentimientos que el resto de la gente preferiríamos ignorar y a menudo su simple presencia nos confronta con esa parte oscura en nosotros.
Escorpio es un signo malentendido y temido, sin duda el más estigmatizado. A los nacidos bajo sus rayos les gusta jugar el papel de enigmáticos y misteriosos, mostrando seriedad y reserva mientras escudriñan el entorno para familiarizarse con él. Tienen mentes penetrantes, son estrategas y es verdad que ven mas allá de lo ordinario, pero en la mayoría de los casos esta es una cualidad mas bien difícil de manejar para ellos ya que a menudo tienen que vivir en dos realidades distintas; la de sus sentimientos y percepciones, muy atinadas por cierto y la del mundo ordinario.
Tienen una gran sensibilidad y por eso tienden a ser reservados y solitarios, aunque en realidad, detrás de esa aparente coraza hay una inmensa fragilidad emocional que busca contactos profundos y significativos, detrás de su aparente frialdad esconden un gran anhelo de contacto, intensidad y pasiones a menudo tormentosas. Tienden a comprometerse con todo lo que hacen y a menudo les cuesta trabajo entender que el resto de la gente no viva con la misma intensidad, sufriendo decepciones y desengaños. También, son empáticos y compasivos con el dolor ajeno pero son intolerantes ante la fragilidad y la flojera porque ellos entienden bien del dolor humano pero también están convencidos de que es ahí en donde esta el crecimiento.
Escorpio como símbolo, es fascinante, lo encontramos representado por el escorpión, la serpiente o el dragón, todos símbolos de transformación profunda y fuerza latente, seres de sangre fría que representan el instinto y las funciones autónomas del cuerpo, la vida instintiva que va mas allá del control consciente de nuestra mente. Y es también símbolo de la muerte, pero sobretodo de la muerte del ego.
Esta época en la que el Sol ilumina este signo, es tiempo de transformación, comienza la preparación del cierre antes de fin de año, no es casual que sea ahora el festejo de día de muertos y la noche de brujas, festividades que nos recuerda venerar las fuerzas ocultas de la naturaleza, el poder oscuro femenino que opera detrás de todo nuevo inicio.

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