Leo

La expresión personal de la energía divina.

Con la entrada del Sol en Leo, su casa natural, entramos a la energía del signo de energía radiante por excelencia. Durante este mes el calor vivifica y energetiza la tierra húmeda de Cáncer, la energía se condensa y todo esta en proceso de maduración, es la fase mas concentrada del verano, termina el periodo de gestación y surge la total expresión de todo sobre la tierra, es el resultado de varios meses de crecimiento que terminan en la máxima expresión de la naturaleza, en su exuberancia. La energía de Leo es una energía centrífuga, lenta, profunda y serena.
Es el símbolo del León, el Rey, representado en el mito del Rey Arturo y los caballeros de la mesa redonda, que son doce y representan también los doce signos del zodíaco y el Rey como símbolo del Sol.
En este mito Arturo, de casta real de nacimiento, origen druida y criado por Merlin el mago, es traicionado por su esposa Ginebra y su mas leal caballero Lanzarote, lo cual lo hunde en una profunda tristeza que lo lleva a perder toda su energía creativa, dando lugar a la miseria y aridez del reino. Es en ese momento que se inicia la búsqueda del Santo Grial, símbolo de la fertilidad. Que finalmente es encontrado por Percival, el caballero mas joven y que por su origen campesino y “puro”, era el único con la inocencia suficiente para poder ver el Grial entre tanta miseria y guerra. Por otro lado, este mito ha sido asociado con el mito de la religión Católica que nos lleva a tener como símbolo a Cristo como un Rey “castrado”, asexuado y por lo tanto infértil y no creativo, y que también se refleja en un reino – nuestro mundo actual - infértil y es por eso que la búsqueda de Santo Grial no ha terminado.
Leo tiene como regente al Sol, centro y espíritu del sistema solar, la energía que da vida a todo lo que conocemos, es la luz, Apolo - Febo, “el brillante” - señor de la profecía y caballero del Olimpo, fundador del oráculo de Delfos, hermano gemelo de Artemisa señora de la naturaleza y las bestias, hijo de Seuz – dios de dioses - y Leto - diosa de la noche. Simboliza la creatividad, la renovación y actualización de la identidad. En la carta astral, representa la conciencia, el espíritu y la energía divina en el ser humano, la búsqueda de la pasión del corazón, del espíritu creativo y la maduración en cada uno de nosotros.
La búsqueda del Sol es la búsqueda del camino personal, es una búsqueda que surge de una necesidad profundamente espiritual y que espera desafiar los temores terrenos e instintivos para domarlos y permitir la liberación del ser.
En el mito, es el dios Apolo quien mata a Pitón la serpiente, símbolo del poder del instinto y del miedo primario. Así el Sol a nivel interno, es el poder que la luz de la conciencia ejerce para alejar la oscuridad y representa la capacidad de actualizarnos y crear a partir de “algo” mayor que la capacidad individual, es la fuerza creativa que opera en todo ser vivo. Aunque también la energía de Apolo tiene su veta destructiva ya que demasiada luz antes de tiempo, puede destruir todo aquello que no ha tenido el tiempo y la oscuridad necesarias para gestarse.
En todo ser humano existen dos fuerzas básicas; la energía lunar, materna, que se encarga de nuestra seguridad y sobrevivencia a nivel físico en la tierra y que busca consolidar y asegurar aquello que tenemos, pero que en su manifestación extrema tiende al endurecimiento y finalmente a la muerte, y la energía solar, paterna, que busca la renovación, la creatividad, el cambio y la actualización y se encarga de la sobrevivencia del espíritu y que aparece a nivel de deseos del corazón que nos llevan a desafiar la seguridad que hemos construido aventurándonos a nuevas empresas en aras de obtener experiencia y crecer.
A nivel mitológico Leo representa la aventura del héroe en su búsqueda de identidad espiritual, la aventura que todo ser humano tiene que librar a través de múltiples y grandes batallas en todos los niveles de la personalidad, para lograr desarrollarse como ser individual. En esta travesía, el héroe, en realidad desarrolla sabiduría de vida y compasión por si mismo y los demás, ante el reto de todo ser humano de ser “alguien” desde su propia visión, tiene que desarrollar confianza en si mismo y sus habilidades propias encontrando así el sentido transpersonal de su existencia. En esta fase del proceso representado por Leo comenzamos con la búsqueda de identidad primero afuera, buscando ser el centro de todo lo que hacemos y queriendo ser reconocidos por nuestras cualidades únicas, mas tarde buscaremos en el amor y el romance un nivel mas profundo de aceptación, hasta que logremos darnos cuenta de que esta aceptación solo puede surgir de adentro aprendiendo a observar nuestro propio juicio sobre nosotros mismos que a menudo es riguroso.

Leo en el arquetipo humano es el signo mas radiante del zodíaco, tienen personalidad fuerte y poderosa, portan cierta realeza o finura y son orgullosos. Leo es un signo que se hace notar. Los nacidos bajo sus rayos son líderes nobles, generosos y fieles que protegen con fervor a quienes aman. Son alegres, pintorescos muy bromistas y a veces sarcásticos, tienen en general un humor muy fino. Son observadores profundos y de mente rápida, muy autoconscientes y a veces críticos con los demás, aunque son simpáticos y les encanta contar con el aprecio de quienes les rodean. Son creativos y osados, aventureros. En cuestiones del corazón, son románticos, idealistas y conquistadores pero siempre fieles. Les gusta hacer las cosas en grande y viven la vida como una aventura mítica, lo cual les genera una visión de las situaciones en blanco y negro, les cuesta trabajo lidiar con los términos medios, y es por eso que son contundentes y a veces radicales en su actuar. Se toman muy en serio sus proyectos pero les es difícil lidiar con la realidad y la rutina y frecuentemente gracias a su gran carisma y simpatía encuentran personas que están dispuestas a solucionarles los detalles de la vida cotidiana, como pagar la luz, recoger la casa o la cocina y por que no, atenderlos como se merecen , mientras ellos están ocupados con cosas mas importantes.
Como signo de fuego, los Leo son impulsivos, viven desde el corazón con cierta inocencia y sensibilidad que los hace fácilmente heribles y a veces algo bruscos o poco sensibles con otros en su necesidad de defenderse contra lo que ellos sienten como ataques a su integridad, y es por esto que a menudo son también mal interpretados en sus actos de autoafirmación, son orgullosos y extremadamente sensibles al desprecio o la indiferencia, no hay nada que lastime tanto a un Leo como la indiferencia.
Los Leo – al igual que los Acuario - tienen un nivel de perfeccionismo personal que no es el perfeccionismo rígido, sino un perfeccionismo idealista, tienen una concepción elevada del ser humano, para ellos es muy importante el respeto, el honor y la lealtad y en esto son incansables y muy severos consigo mismos y a veces con los demás.
Leo es el signo de la creatividad pero aunque podemos encontrar entre sus nativos algunos, diseñadores, arquitectos y decoradores , no encontraremos bajo su influencia artistas en general como; escritores, músicos, o pintores, quienes están mas bajo los signos de Piscis, Géminis o Cáncer, ya que la verdadera obra creativa de los Leo son ellos mismos, su reto es el crearse a si mismos, en esos términos su trabajo de vida es la confianza, como el león del mago de Oz, el tema mas importante en la vida de los Leo es aprender a confiar en si mismos, en los demás y en la vida. Su reto mas difícil, es la humildad ya que les cuesta trabajo creer que otros piensen sientan e interpreten de manera diferente las experiencias de vida y que son visiones tan validas como la suya. Entre los nacidos bajo este signo encontramos personajes como: Carl Gustav Jung, Robert Graves, Jaqueline Kenedy, Mata Hari, Fidel Castro y Napoleón Bonaparte.

La expresión divina.
Es a través de este signo que el Ser puede convertirse en expresión de la energía divina en la tierra, a partir de los mas elevados atributos humanos. La búsqueda de Leo es la búsqueda del camino personal, búsqueda que surge de una necesidad profundamente espiritual y que espera desafiar los temores terrenos e instintivos para domarlos y permitir la liberación del ser. Así el Sol a nivel interno, es el poder que la luz de la conciencia ejerce para alejar la oscuridad y representa la capacidad de actualizarnos y crear a partir de “algo” mayor que la capacidad individual, es la fuerza creativa que opera en todo ser vivo, la flama eterna, la vida misma. En el individuo de Leo poco evolucionado, el instinto puede manifestarse de maneras dictatoriales. El Leo desarrollado en cambio se mueve con inspiración divina, con la voluntad del corazón y de acuerdo al orden universal.

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