Leo, seré yo mismo porque soy el uno

EL LEO ADORMECIDO

El Leo adormecido demasiadas veces es auto-engradecedor y egoísta un niño narcisista y malcriado intentando comportarse como un adulto. La frustración experimentada durante la búsqueda de su propio centro interior a menudo es expresada como un egocentrismo compulsivo. Él piensa (y a un nivel incluso más profundo sabe) que él es Dios. Lo convierte en irritante al Leo inconsciente es el que a menudo es insensible al hecho de que cada ser humano es una creación de Dios.
El Leo adormecido es un presumido y un narcisista. Intenta dominar su entorno de forma compulsiva. A pesar de ello su falta de una fundación interna le previene de ser un líder efectivo y dedicar su natural habilidad para el liderazgo hacia la consecución de metas más nobles con un impacto duradero. Simplemente ansía atención y admiración e intenta conseguirlo con ostentosas posesiones materiales y un comportamiento llamativo.
El León adormecido se sobrevalora e infravalora al mismo tiempo. Está confundido sobre quién es y quién no es. Su sentido de la maestría es malgastado en ser un maestro de la proyección. Proyecta sus juicios negativos en otros, lo cual sólo sirve para envenenar sus relaciones. Busca afecto de una forma constante. A menudo atrae problemas en los asuntos del corazón porque sabotea el afecto verdadero por sus necesidades de validación y muestras externas de lealtad. Las demandas que hace de los demás alimentan su propio desamorío.
Las barreras entre el León durmiente y su propia auto-realización son las partes de él mismo donde el Sol interior no ilumina todavía. Su sentido de lo inadecuado a menudo origina una falta de reconocimiento por otros, pero puede ser permanentemente remediado por el reconocimiento propio. Sus sentimientos de inferioridad pueden originar la envidia y el resentimiento, los cuales a su vez alimentan su experiencia de rechazo y alienación. Los problemas básicos de Leo se derivan de su "inhabilidad para quererse a sí mismo, reconocer su propia valía y encontrar su propio centro interior, el cual puede dar a su vida estabilidad y propósito."
Tras la callosa apariencia del León adormecido hay una desesperada necesidad de sentirse importante, de ser admirados y alcanzar reconocimiento. Utiliza su habilidad para alcanzar la superioridad en demostraciones externas e intenta comprar popularidad deslumbrando a otros con su carisma. No obstante, su carisma auténtico y abundante sólo rezumará si abre su corazón a sí mismo, lo cual le llevará de forma natural al podio central.

EL LEO QUE SE ESTÁ DESPERTANDO
El Leo que se está despertando es consciente de que su necesidad desesperada de amor y reconocimiento no está produciendo los resultados esperados. Incluso puede que reconozca que es un pozo sin fondo para la atención y el afecto. Su inhabilidad para encontrar satisfacción le lleva a realizar que debe empezar su viaje interno para abrir su propio corazón. Ninguna otra cosa valdrá. El León que se está despertando quiere dejar su marca, pero es consciente de que hay maneras más fructíferas de hacerlo. Su proceso de despertamiento incluye el desarrollo de una apreciación de la dinámica de la auto-expresión creativa. Debe evolucionar de un uso instintivo y condicionado de su voluntad hacia un uso consciente de ella. Debe hacer conciente que es co-creador de su realidad. Para co-crear de una manera efectiva debe encontrar un propósito mayor y enfocar sus energías con continuidad y dedicación.
En el corazón del León pujan dos necesidades. La primera es EL DESEO DE ILUMINAR. En la profundidad del corazón del León está "la necesidad hacia el auto-conocimiento, auto-consciencia, y el desarrollo de un intelecto positivo, eléctricamente potente para que pueda enardecer las mentes de otros."
La segunda es EL DESEO DE GOBERNAR. A medida que Leo desarrolla auto-control y auto-maestría, sus impulsos dictatoriales son reemplazados por carisma y la habilidad mental para inspirar a grupos a expresar sus ardores creativos para alcanzar objetivos cohesivos y con propósito.
El camino del León es descubrir que su Alma y Voluntad Divina son los creadores. Debe alinear su personalidad con su Alma y su Voluntad Divina. Sus múltiples experiencias le enseñan una y otra vez que su ego limitado no es el creador esencial. Cada paso del camino es recordado que debe deshacerse de la idea de quién él piensa que es si quiere ocupar ese papel de liderazgo que tanto desea, dado que Leo es un sirviente de la Voluntad Divina. Para asimilar la esencia de esta realidad y apreciar la importancia de su tarea debe conectar con su Ser transcendente.
El proceso transcendente de Leo le ayuda a restablecer su relación con el colectivo. En vez de ser el Sol alrededor del cual el mundo entero, de hecho universo, gira, está destinado a ser el Sol, que gobierna a través de la inspiración y su presencia radiante.

EL LEÓN DESPIERTO
El León despierto se ha reconocido a sí mismo. Ya no depende de otros para validarse. El corazón abierto de Leo espontáneamente abre los corazones de otros que experimentan la alegría y vitalidad en su presencia. Cuando las puertas del corazón están abiertas, las esclusas del amor también se abren. El León consciente es un modelo a seguir de integridad, honestidad y pureza de espíritu.
El león despierto ya no necesita el reconocimiento de los demás. Él ES y disfruta siendo quién es y eso es suficiente para él. Su alegría proviene de su propio corazón. No necesita nada más para completarse a sí mismo porque él ha encontrado su propio integridad. El Leo despierto ha encontrado la joya escondida, el cáliz, en su propio corazón.
El León despierto encarna la lealtad y el honor. Es capaz de expresar amor infinito y devoción. No hay un amigo o compañero sentimental más devoto que el animal Real.
El despierto Rey León lleva una vida llena de propósito y auto-direccionada. Facilita la integración y la expresión de la voluntad colectiva. Es un sirviente consciente de la Voluntad Divina.
El León despierto ha descubierto el júbilo en su propio corazón. Se regocija en su propia inocencia como un niño de Dios. Espontáneamente facilita la apertura de los corazones de todas cuantos estén en su presencia. En la presencia de su radiante identidad propia, su carisma magnético, integridad personal y resplandeciente claridad, el mundo se enamora.

PALABRAS CLAVE:


Tomado de: Soul-Centered Astrology, Alan Oken

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