Tauro, Me tengo a mi mismo y deseo la luz

Cada signo y de hecho cada individuo pasa a través de varias fases de desarrollo en su viaje terrestre. Aquí discutiremos estas fases en términos de conciencia adormecida, conciencia que está despertando e individuo despierto.

EL TORO ADORMECIDO
El miedo a la pobreza es un tema común para el Toro adormecido. El miedo es tan profundo que incluso cuando el Toro tiene éxito en acumular gran riqueza, a menudo no es capaz de disfrutar de lo que tiene. Si este miedo a que le falte algo persiste, no habrá cantidad de dinero en este mundo que le hagan sentirse seguro.
El Toro puede tener una niñez físicamente confortable, pero si le es negada una sensación de valor personal y valores interiores, puede ser que se venda a sí mismo a cambio de confirmaciones externas de
seguridad, no porque los necesite, pero porque no se valora a sí mismo. De nuevo son los criterios externos, no los valores internos, los que gobierna la psique del Toro adormecido.
El tema común es un estado psicológico lleno de miedo, acompañado por la ambivalencia de querer y necesitar algo, pero concentrarse en el objeto equivocado. La lección básica que debe aprender es la de cambiar su dependencia en valores externos a depender de valores internos. La llamada al despertar del Toro a menudo involucra situaciones que le obligan a examinar que cosas son más importantes para él, y cómo es que cambios en su estructura de valores le ayudarán a alcanzar lo que realmente quiere.
Otra manifestación del Toro adormecido es una intolerancia de su propia humanidad y la de otros. Se niega a si mismo los placeres de la vida, y critica el egoísmo de otros. Critica a otros en vez de confrontar sus propios problemas. El caso clásico de proyección inconsciente nos proporciona un ejemplo de que odiamos en otros lo que no estamos dispuestos a afrontar concientemente en nosotros mismos. De hecho es el duro juicio de nosotros mismos y la falta de amor por uno mismo lo que lleva nuestros peores miedos profundamente en nuestro inconsciente. El resultado es la proyección, no podemos ver a otros y a las situaciones tal cual son. En vez de ello, nuestra interpretación de su comportamiento es un reflejo de nuestras cualidades negativas.
Dado que es controlado por sus deseos emocionales inconscientes, el Tauro adormecido puede ser tanto compulsivo como predatorio.
El Toro adormecido está atado a lo terrestre. Está consumado por su ansia a adquirir cosas bonitas y tener experiencias que le proporcionen placer físico. Su deseo instintivo de poseer objetos físicos y provocar sensaciones emocionales está motivado por cabezona determinación a obtener lo que quiere. Su voluntad es usada para obtener "la buena vida", placeres sensuales y sexuales. Tauro es magnético por naturaleza. El Tauro adormecido es controlado por el magnetismo de la materia.

EL TORO QUE ESTÁ DESPERTANDO
Tauro debe sumergirse en la materia para así aprender todas las lecciones inherentes a la realidad física. Debe hacerse conciente de la dualidad presente entre el espíritu y la materia antes de poder aprender a discriminar en el mundo físico. Debe examinar su estructura de valores y averiguar qué cosa le dará la seguridad que ansía. Como si escarbara la Tierra en busca de gemas y minerales, Tauro debe escarbar profundamente para acceder los recursos escondidos en su propia psique. Debe examinar sus valores personales y alinearlos con su núcleo interior y eliminar aquellos que son producto de acondicionamiento social y traumas de la infancia. El Toro debe aprender a no depender del mundo material para su seguridad interna. Debe liberarse de las ataduras e inseguridades causados por apegos físicos, que pueden ser tanto a dinero, posesiones, situaciones o relaciones.

El Toro debe librarse de actitudes auto-saboteadoras, como hacerse la victima y pensamientos de culpa. Para el Toro, la libertad y la seguridad nacen en la auto-valoración, la auto-apreciación, la autonomía, la auto-dependencia y la expresión creativa de sus singulares, y a menudo artísticos, talentos.
Tauro aprende que debe deshacerse de vergüenza y culpabilidad. La rendición total al placer físico sin restricciones es algo necesario para liberar la energía atrapada en su cuerpo.
Los valores de Tauro determinan la dirección de su voluntad. El desafío primordial del Tauro que está despertando es la de redirigir su naturaleza de deseo hacia valores que le lleven hacia una verdadera satisfacción, seguridad y felicidad. El Toro aprende a través de la experiencia directa. Es puede parecer ser cierto para todos los seres humanos. A pesar de ello, he podido observar como algunos Piscis son capaces de "aprender del pasado" y obtener lecciones de las experiencias de otros, así evitando tener que
repetir los mismos errores. Es el dolor y el sufrimiento que los deseos de Tauro le han causado lo que le motiva a redirigir su energía de deseo. El Toro que está despertando debe encontrar formas más gratificantes y menos destructivas para nutrirse a sí mismo y expresarse libremente. A medida que dirige su energía hacia dentro, su potencial artístico y creativo es revelado. A medida que el Toro aprende a dirigir su energía sexual hacia arriba hacia el chakra de la garganta, el uso acertado del habla y una forma apropiada de vivir llevan al uso apropiado de la Voluntad.
Tauro debe aprender cómo reconciliar y de hecho conectar y alinear sus mundos externos e internos. Para Tauro no hay curandero ni maestro más sabio que la misma Naturaleza.
Cada signo debe aprender a reconciliar aparentes oposiciones de forma armoniosa y constructiva. Para Tauro la dualidad aparente es entre la riqueza física y la espiritualidad. El cuerpo debe ser honrado y usado como vehículo para la expresión superior del alma. Su cuerpo físico debe ser cuidado para facilitar el uso con maestría por la mente y las emociones para servir su propósito interior. La persistencia de Tauro es requerida para alcanzar el centro del laberinto donde podemos encontrar el incuestionable núcleo de valor del Ser.

EL TORO DESPIERTO
Liberado de las cadenas del deseo y el apego a la materia, el Toro despierto es libre para disfrutar totalmente de la belleza de la vida en el Planeta Tierra y la riqueza de la experiencia humana. La base de Tauro pueden ser las siguientes: "Tengo lo que yo quiero", "Me tengo a mi mismo", "Deseo la Luz". De hecho el Toro despierto es un verdadero curandero y brujo blanco, el cual es capaz de espiritualizar la materia infundiéndola de Luz.
El Toro despierto ha sobrepasado una de las pruebas humanas más difíciles. Ha alcanzado el estado de conciencia donde la mente gobierna la materia. Su voluntad controla sus deseos. La visión de su Alma sobre la realidad espiritual es despertada y vista a través del Ojo del Toro, el cual ve sólo Luz. Desde el Ojo del Toro irradia un haz de Luz, con apunta con claridad hacia el camino a una forma de vida artística y espiritual. Su presencia espiritual inspira, y su expresión de la Voluntad Divina lidera. Su expresión artística de la vida libera, eleva y transforma a todo y todos con los que se relaciona.
El Toro ha emergido con las fuerzas de la Naturaleza para convertirse en la encarnación Terrestre de la Madre Divina. En su forma de Madre Terrestre enseña y alimenta a todos sus hijos. En su forma de Diosa Terrestre de tanto el Amor como la Luz bendice a todos.

PALABRAS CLAVE
Tomado de:"Soul-Centered Astrology", Alan Oken

2 comentarios:

stand87 dijo...

Hola persefone8, quería agradecerte mucho que dedicaras tu tiempo en hacer este tipo de post. Soy un Tauro que está transitando por problemas personales, al leer este post me hizo reflexionar acerca de mi personalidad, quien soy y en quien me quiero convertir, un tauro despierto. Muchas gracias por el post saludos.

Anónimo dijo...

Muchas gracias, he leído el despertar de los signos y en verdad agradezco que te tomaras el trabajo de compartirlo.

Es esclarecedor y muy útil.

Gracias!!