Los Planetas personales y la expresión del Ser.

Tenemos al universo entero, dentro de nosotros, estamos hechos de lo mismo que él y sus leyes operan en nosotros de la misma manera que operan sobre todos los seres de la creación. Los planetas en astrología, son los centros activos del sistema solar en los que se concentra energía de determinada vibración que a su vez aparece en nosotros como funciones fundamentales; deseos, necesidades o motivaciones. Representan los principios activos que forman el carácter y generan la expresión del ser simultáneamente a nivel; mental, emocional y físico. En mitología estos principios se representan como dioses, a los cuales es necesario reconocer, venerar y respetar, en todo momento ya que son las energías fundamentales de vida que no pueden ser ignoradas, y cuando lo son, es bajo riesgo del individuo, ya que implica un desafío a las leyes divinas que en la mayoría de los casos genera, confusión, enfermedad o crisis como maneras de retomar el equilibrio con estas leyes naturales. La fuerza de estos principios debe ser reconocida para poder utilizar su energía de manera consciente y dirigirla en el mejor beneficio de todos.
Los planetas en astrología, son divididos en tres grupos.
El primer grupo es llamado de los planetas personales: Sol, Luna, Mercurio, Venus y Marte. Y muestran las cualidades que aparentemente podemos, manejar o controlar de manera consciente, reflejan los rasgos de personalidad más obvios, con los que nos identificamos y las necesidades y potenciales en el individuo.
El segundo grupo es el de los planetas sociales: Júpiter y Saturno, que representan motivaciones y contextos sociales que influyen en el individuo, generan estados del ser y se refieren a la manera en que uno quiere participar en el mundo, en actividades sociales. Saturno operan sobre; la estabilidad, tradición y seguridad y se le relaciona también con el inconsciente y las aspiraciones futuras. Júpiter opera sobre la capacidad de arriesgar, y crecimiento personal y se le relaciona también con el Supraconsciente.
Y el tercer grupo, el de los planetas transpersonales: Urano, Neptuno, y Plutón. Que buscan la evolución de la humanidad como grupo y como parte del universo, simbolizan las energías transformadoras dentro de la vida de cada uno de nosotros, que nos llevan al cambio, a las dimensiones trascendentes de experiencia y son las energías más sutiles a las cuales respondemos. Estas energías aparecen como inspiración, intuición o conocimiento innato, la necesidad de emerger uno mismo en un todo más amplio, y un fuerte impulso hacia la refinación de la naturaleza más profunda. Cuando estas energías aparecen, los viejos patrones de vida son sacudidos y cambian, generando revoluciones sociales y crisis mundiales que finalmente nos afectan a todos.
Cada uno de nosotros es único, no existe dentro de la creación ningún ser que pueda expresar la energía de ningún otro, cada uno es una expresión única de la fuente creativa, con potenciales y retos únicos e irrepetibles, esa es la vastedad de la fuente creativa de la energía de vida. En astrología esto es representado por los planetas personales, los cinco planetas de movimiento mas rápido que por lo tanto cambian en cada momento y son diferentes para cada uno de nosotros y representan, cada uno, una energía de potencial humano.
El Sol: El signo en el que se encuentra el Sol es el signo que todos conocemos como nuestro signo. Representa el espíritu, nuestro sentido de individualidad y nuestro sentido de identidad, la parte de nosotros que puede decir, este soy yo, y representa al Padre. El sol en la carta natal representa el tipo de energía que nos anima y al igual que el Sol en el sistema solar no puede ser visto de manera directa, mas bien se refleja en la calidad de todo lo que hacemos y la naturaleza de nuestra expresión.
La Luna: Representa nuestro mundo emocional y nuestras necesidades más básicas, el mundo instintivo y nuestras reacciones espontáneas. Representa a la Madre, y se encarga de todo aquello que necesitamos para sobrevivir en este plano.
Mercurio: Representa la habilidad de razonar y de intercambiar pensamientos con otros, la comunicación, nuestra capacidad para manejar información del mundo que nos rodea y lo que percibimos y conocemos. Representa la mente, el lenguaje y la percepción y es por medio de él que creamos los mapas mentales que generan la idea que nos hacemos del mundo y nuestra circunstancia.
Venus: Representa todo aquello con lo que nos identificamos y que nos atrae, nuestra necesidad y capacidad para el amor, lo que consideramos bello y la habilidad de vincularnos y relacionarnos con aquello con lo que nos sentimos afines, se asocia con lo que amamos y lo que creamos para sentirnos en armonía con nuestro entorno.
Marte: Es la energía de autoafirmación, es la parte de nosotros que se encarga de mantener nuestra individualidad, por medio de la autoafirmación, nuestra capacidad de acción, que busca modificar al mundo y nuestro entorno, y que nos lleva a construir todo aquello que somos capaces de visualizar y se encarga también de nuestra expresión sexual.

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