Los Cuatro Elementos

Las energías básicas de la Astrología


“Los elementos son los principios básicos de la astrología, podríamos describirlos desde muchos puntos de vista y con gran detalle, pero es extremadamente complejo comprender qué son, más allá de entender, explicar o ejemplificar sus diversas representaciones. Los elementos como principios, conforman las leyes básicas de nuestro sistema solar si no es que del universo entero”.

Charles E.O. Carter


Los elementos no son símbolos o conceptos abstractos, mas bien se refieren a los principios vitales que conforman toda la creación . (Esta es la razón por la cual al zodíaco se le llama “El Alma de la Naturaleza”). Los elementos son entonces no solo el fundamento de la astrología y de las ciencias ocultas, sino que comprenden todo lo que podemos percibir, son los bloques básicos sobre los cuales están construidas las estructuras materiales y los organismos. En términos materiales , simbolizan los cuatro estados de la materia descritos en la física moderna : Tierra es sólido, Agua es líquido, Aire es gaseoso, y Fuego plasma o energía radiante. También se puede decir que representan las cuatro necesidades básicas para la vida; aire, agua, tierra (alimento) y fuego (calor). Cada elemento representa un tipo básico de energía y de conciencia que opera dentro de nosotros. Cuando la energía de vida deja a un cuerpo humano al momento de la muerte, los cuatro elementos se separan y regresan a su estado primario. Es la energía de vida, que al manifestarse en un ser vivo organizado, mantiene juntos los cuatro elementos.

La carta natal surge del momento en el que ocurre la primera inhalación, ese instante en el que establecemos nuestra sintonía con El Todo desde el plano terrestre, desde este nivel de manifestación, con la fuente de energía cósmica de la cual venimos. Por lo tanto la carta natal muestra nuestro patrón único e individual, de sintonía con los cuatro elementos, ya que son estos los principios universales que rigen en este plano de manifestación y forman la base o la materia prima con la que se edifica nuestra constitución física, nuestro temperamento, nuestra sensibilidad y nuestra conciencia. En otras palabras, la carta astral muestra las varias manifestaciones vibratorias que comprenden la expresión individual en este plano de creación, siguiendo un patrón de orden específico simbolizado también por ésta. Los elementos difieren unos de otros en la calidad vibratoria. En el Ser pueden combinarse, ya sea en proporción equilibrada, o que uno o más elementos se hallen en exceso o deficiencia. Si predomina uno de ellos, se manifestarán muy claramente sus características en la personalidad y en la fisionomía individual. Las personas tienden a exhibir tanto los vicios como las virtudes del elemento preponderante y a sufrir los trastornos o enfermedades que motiva su alteración; por ejemplo, un exceso de fuego provoca impulsividad y por lo tanto también fiebres altas. Cuando un elemento es deficiente, la persona carece de muchas de las características que le son propias y sufre las enfermedades o trastornos que origina esta carencia. Por eso, cuando hay una deficiencia de fuego, no se es espontáneo ni valiente, la piel es pálida, y la digestión es lenta porque el fuego se vincula con todos estos factores. Si los elementos se hallan equilibrados, la persona se siente armonizada y su comportamiento fisiológico muestra pocas estridencias o rasgos exagerados. Podríamos decir a nivel general que la carta simboliza nuestro campo energético o el “Aura”.

Los elementos como manifestación de las fuerzas vitales representan: Agua, el cuerpo emocional o “astral”, un tipo de consciencia dominada por necesidades intensas, reacciones emocionales, y deseos compulsivos. El elemento de Aire se relaciona con el cuerpo mental o “causal” y representa el tipo de consciencia relacionada con los patrones de pensamiento; la lógica, o patrones abstractos de la mente universal. La Tierra se relaciona con el cuerpo físico y con la relación con el mundo “real”, la percepción de los sentidos físicos y las formas materiales. El Fuego se relaciona con el cuerpo vital o “etérico”, que actúa como transformador de las energías del aire y el agua para sostener el cuerpo físico, con vitalidad. Este Cuerpo “vital” esta relacionado muy de cerca con el cuerpo físico y es lo mismo que el “doble etérico” del que se habla en diferentes culturas.


“...este mundo en el que vivimos esta compuesto por gases y energía. Toda sustancia; planta, animal o vida humana resulta de la ilimitada combinación de frecuencias de energía actuando sobre estos gases. Cada ser vivo tiene su propia configuración de energía de frecuencia para establecer y mantener la vida, y su crecimiento y desarrollo. En el momento del nacimiento, nuestra primera inhalación es nuestra fuente directa, nuestra línea de vida con el poder universal. Mientras esta energía sea establecida y fluya sin obstrucción, estaremos alineados con la fuente Universal de energía.”

Dr. Randolph Stone. (Quiropráctico, Hosteópata y Naturópata).


Los elementos han sido tradicionalmente divididos en dos grupos, fuego y aire, siendo considerados activos y auto expresivos, y agua y tierra, considerados como pasivos receptivos y auto-represivos. Ying (agua y tierra) y Yang (fuego y aire).


Fuego

Los signos de fuego son: Aries, Leo y Sagitario.

El Fuego es de polaridad positiva +, activa. Los otros elementos dependen del fuego para estar vivos. El elemento de fuego se relaciona con la energía radiante del universo y es energía de transmutación, es energía vital, se asocia con el cuerpo etérico, que sostiene la vida en el cuerpo físico y representa también la parte divina del ser humano, la que anima, que al dar luz da color y calor a la vida. Se relaciona con la energía psíquica dinámica de Jung, aquella energía que fluye espontáneamente a manera de inspiración, es la energía que permite la experiencia “subjetiva” centrada en la identidad personal, y es por esto que las personas de fuego son demasiado centrados en sí mismos y a menudo algo impersonales. Se sienten canales de vida y les es difícil ocultar el orgullo que esto les provoca. El fuego se relaciona con el sentido de la vista y del discernimiento, la penetración, la comprensión, la inteligencia y la alegría.

En el cuerpo rige la expansión, la digestión, la circulación, la temperatura y el color de la piel, a nivel psicológico se asocia con las aspiraciones, el idealismo, el entusiasmo, la confianza en sí mismo, la independencia, la virtud y el valor. Se identifica con el sentido de la dignidad, con la felicidad, el ardor, el celo. Cuando este elemento se encuentra en su justa proporción, la persona es agradable, optimista, espontánea, generosa, expansiva, cálida, afectuosa e inspirada. Semejantes personas irradian bondad y con frecuencia son fuente de fortaleza, de aliento e inspiración para los demás.

Las personas de fuego muestran gran vitalidad, son gente radiante, que se nota y que se hace notar, tienen gran confianza en si mismos, fuertes, directos y honestos. Se sienten fácilmente sofocados, necesitan mucha libertad para poder expresarse de manera natural, y generalmente se procuran ese espacio por medio de la incansable insistencia en su punto de vista de las cosas. La gente de fuego tiene la capacidad de dirigir su fuerza de voluntad conscientemente (aunque no siempre consistentemente) mejor que otros signos. Su deseo de ser y de expresarse libremente es a menudo infantil, cualidad que aparece como simpática para algunos pero ofensiva para otros que son mas cautos y sensibles. Los errores de los signos de fuego raramente se manifiestan como resultado de malas intenciones, sino simplemente por una falta de autocontrol y de sensibilidad para con otros, debido a que se rigen en sus acciones, por el deseo. Pueden llegar a la vida de alguien con tanto aplomo, inclusive arrogancia a veces, arremetiendo en las cosas con tal convencimiento que inintencionalmente provocan disturbios o hieren sentimientos de otros.

Por exceso, el fuego hace a las personas coléricas, violentas, imprudentes y agresivas. Eleva la temperatura del cuerpo y, por tanto, se relaciona con las fiebres, inflamaciones, irritaciones, y también con los cortes, moretones, cicatrices y la presión provocada por la expansión de alguna parte del cuerpo contra otra (causando fricción y calor).

Cuando el elemento fuego es débil, la digestión es lenta, el cuerpo siente frío, la temperatura es pobre y los ojos carecen de brillo. La resistencia a las infecciones resulta deficiente. En estos casos, las personas se sienten abatidas, carentes de dinamismo, de valor y perseverancia. También suelen ser diabéticas, descorazonadas y puede que carezcan de fortaleza para enfrentarse a las dificultades y a los deseos de vivir

Los signos de fuego tienden a ser impacientes con gente más sensible o suave, especialmente aquellos que son predominantemente de agua y tierra . El fuego siente que el agua lo va a extinguir y que la tierra lo va a sofocar, y por lo tanto resienten a menudo la emocionalidad y pesadez de estos signos. Los signos de aire, por otro lado atizan las llamas del fuego dando nuevas ideas sobre las que el fuego pueda actuar.

El elemento Fuego en nosotros se asocia con la búsqueda y el desarrollo de posibilidades a futuro, en términos de conciencia, que tienen que ver con el desarrollo de la personalidad y la autoexpresión. Los tres signos de fuego son Aries, Leo y Sagitario. Son los inspiradores. En Aries estas posibilidades futuras surgen a partir de el actuar, el liderazgo, la necesidad de vencer nuevos retos y la conquista y es por eso que los Aries son impulsivos y directos. En Leo se desarrolla la capacidad creativa como medio de autoexpresión, representa el potencial expresivo de la personalidad, que surge en todo lo que hacemos y que al mismo tiempo nos refleja quienes somos y es por esto que los Leo son dramáticos, contundentes y originales y Sagitario que representa la parte de nosotros que busca expresión a un nivel mas amplio, que busca inovar las ideas filosóficas y dar un sentido de vida mas amplio y profundo que sustente y dé dirección al desarrollo personal. Y es por eso que los Sagitario son inquietos buscadores, optimistas y filosóficos.

Tierra

Los signos de Tierra son: Tauro, Virgo y Capricornio.

Su polaridad es negativa - , receptiva. Los otros elementos dependen de la tierra para su materialización. El elemento tierra se relaciona con el principio de solidez y por consiguiente con el sentido de estabilidad y de permanencia. Es absolutamente esencial para nuestro sentido de seguridad y sobrevivencia. Rige sobre el sentido del olfato y del tacto, y todo lo sólido de nuestro cuerpo: huesos, dientes, uñas, piel, cartílagos, tendones y grasas. Psicológicamente, se relaciona con el espíritu práctico, la seguridad, la fidelidad, la estructura, la conservación y el realismo. De manera más abstracta, se asocia con la discriminación y los aspectos más estables y permanentes de lo existente, por aquello que se deja afectar menos por las sutilezas y los matices; posee perseverancia y una mayor capacidad para mantenerse. Cuando el elemento tierra es equitativo da una gran tolerancia, paciencia, firmeza y claridad sobre la realidad básica. El sistema de valores de las personas de tierra es habitualmente sólido, raramente afectado por las emociones o el idealismo; más bien práctico.

Un énfasis en este elemento indica que el individuo esta en contacto con los sentidos físicos y la realidad del aquí y ahora del mundo material. Los signos de tierra tienden a confiar más en sus sentidos y el razonamiento práctico que en las inspiraciones, consideraciones teóricas o intuiciones de los otros signos. Entienden el mundo de las formas acreditado por los sentidos y la mente práctica, y su entendimiento innato de como es que opera el mundo, les da una paciencia y autodisciplina que otros signos carecen. Raramente hay que decirles como hacer para manejar el mundo, mantenerse solos, cubrir sus necesidades y persistir hasta que el objetivo sea alcanzado, todas estas cualidades están presentes en los signos de tierra.

A pesar de que la tierra es uno de los elementos pasivos o “receptivos”, este elemento como el agua, tiene la fuerza de la constancia y la tenacidad que les permite a los signos de tierra el ver por sí mismos. Aunque no son particularmente asertivos, ellos hablarán cuando sus “cosas” o su seguridad se vean amenazadas. Y debido a su eficiencia, son capaces no solo de hablar sino de actuar dando por hecho muchas cosas, para asegurar que lo que les pertenece no sea robado por nadie. Tienden a ser cauteloso, premeditados, convencionales y dependientes, son sospechosos y dudan de gente más vivaz o mentalmente ágil, y reaccionan a las gentes de aire con cierta reserva, aunque se sienten de alguna manera fascinados por ellos. De cualquier manera piensan que los signos de aire viven en las nubes, jugando con esquemas poco prácticos y sin sentido, sienten que los signos de fuego van a quemar la tierra, irrumpiendo en la vida con fuerza y demasiado rápido para ser confiables. Los signos de agua por otro lado, comparten sus cualidades de adquisitividad, retención y auto protección. La tierra se siente refrescada por el agua y vivificada ya que esta da a la tierra más productividad.

Aquello que provee a la tierra con su poder y habilidades específicas puede también ser la fuente de sus mayores faltas. El involucrarse con el mundo práctico puede a menudo limitar su imaginación si se apoyan demasiado en las cosas como son o como aparentan ser, esto puede llevar a una visión demasiado cerrada, una adicción a la rutina y el orden, y una total inhabilidad para manejar lo abstracto y lo teórico. Mas que nada, los signos de tierra tienen que abrirse, a la realidad del mundo invisible y comprometerse con ideales como guía para actuar.

Cuando el elemento tierra se halla en exceso, las personas son perezosas, letárgicas, inactivas, demasiado materialistas, a menudo densas, pesadas, inseguras de sí mismas, de reflejos lentos en la percepción y en la captación de nuevas ideas. Suelen dormir demasiado, son inflexibles, se resisten a la mayoría de cambios y tienen que meditar minuciosamente las cosas antes de realizar algo.

Si el elemento tierra es deficiente, la persona carece de la habilidad necesaria para manifestar sus pensamientos. Existe poca conexión con su cuerpo, también entre su potencial creativo y su capacidad de materialización, y puede fallar para ver qué es lo que traiciona sus aspiraciones. Tales personas son inestables, a menudo carecen de solidez y no son capaces de generar el apoyo de los otros.

Los signos de Tierra; Tauro, Virgo y Capricornio son los encargados del desarrollo de la capacidad práctica y realista del ser humano, la capacidad para llevar a cabo y manifestar de manera tangible las cosas, son materializadores. Así en esta triplicidad: Tauro es el encargado de acumular y generar recursos materiales, y es por esto que son posesivos, lentos y confiables, Virgo se encarga de la inteligencia práctica y el desarrollo de habilidades, construye objetos, teorías y manuales y rige el principio de equilibrio en el cuerpo, y es por esto que son perfeccionistas, detallistas y críticos y Capricornio que se encarga de organizar y construir empresas, las estructura, y se encarga de las jerarquías, habilidades sociales e intelectuales del ser humano y es por esto que son tenaces, trabajadores y estructurados.


Aire

Los signos de Aire son: Géminis, Libra y Acuario.

Su polaridad es positiva +, activa. Los otros elementos dependen del aire para su activación. El elemento de aire es la energía de vida que ha sido asociada con la respiración o “prana”. La principal característica del aire es el movimiento. Si no fuese por el aire, todo permanecería estático. El aire no es sólo esencial para el movimiento, sino también para el sentido de la comunicación el cual se desarrolla a partir de los contactos generados por el movimiento. Rige sobre el sentido del oído y sobre la mente y las ideas. El oído nos relaciona con el mundo en que «vivimos, nos movemos y somos». El aire también es el elemento que nos informa sobre el mundo circundante. Se trata del elemento social por excelencia y el que nos permite conocer a los demás. El equilibrio del elemento aire es el que nos proporciona el sentido de la honradez y de la justicia, el que asegura una orientación humana de la vida, y nos da el sentido de la amistad, factores esenciales para establecer unas correctas relaciones. Una proporción apropiada de aire implica gracia, percepción equilibrada, bienestar, objetividad, sensibilidad estética y amor a las artes. Socialmente, la persona causa buena impresión y por lo general, su aspecto se distingue por el atractivo personal, son personas agradables, ligeras.

La realidad del Aire es la de las ideas arquetípicas más allá del velo del mundo real, la energía cósmica actualizada en específicos patrones de pensamiento. Se asocia con líneas geométricas de fuerza funcionando a través de la mente, la energía que da forma a los patrones de las cosas por venir. Mientras que los signos de fuego están interesados en desear que algo exista, los signos de aire enfocan su energía en ideas específicas que no se han materializado , y al concentrarse en éstas ideas, aseguran que eventualmente puedan materializarse. Y aunque los signos de aire son a menudo acusados de ser imprácticos y soñadores, tienen un papel importante en términos de actualización del mundo, ya que sus ideas pueden en un momento dado tocar las vidas de millones de personas.

Los signos de aire viven la experiencia en términos de relaciones teóricas. El énfasis en la teoría y en los conceptos en la vida de las gentes de aire los lleva a encontrar el modo más compatible de expresión en el arte, la palabra y el pensamiento abstracto. Los signos de aire tienen la habilidad de desapegarse de la experiencia de la vida cotidiana, ganando con esto objetividad, perspectiva y una aproximación racional en todo lo que hacen. Este desapego también les permite el trabajar efectivamente con todo tipo de personas ya que no sienten que tengan que estar involucrados con las emociones o preocupaciones de otros. Los signos de Aire son de hecho los mas sociables de todos los signos en el sentido de que pueden apreciar los pensamientos de otras personas independientemente de que estén de acuerdo o no.

Naturalmente si los signos de aire se ocupan demasiado de ideas abstractas y teorías, pueden perder balance mental volviéndose muy excéntricos o fanáticos. Generalmente les falta la emocionalidad profunda y la aceptación de los límites del cuerpo. Pueden sobrevalorar la competencia mental y negarse al hecho de que las ideas tienen que ser probadas para ver si funcionan antes de ser altamente valoradas. Aunque el mundo mental parece ser una fuerza tan dominante en las vidas de los de aire que son fácilmente amenazados si sus opiniones son ignoradas o la calidad de su intelecto menospreciada. Y por supuesto los signos de agua y tierra son los que mas tienden a menospreciar las ideas del aire, ya que esas ideas generalmente no pasan la prueba de la emocionalidad profunda del agua o la aplicación práctica de la tierra. Desde su punto de vista el aire no acepta que está confinado en las limitaciones de la tierra, y no quieren saturarse con su ligera libertad de sentimientos y reservas, o su menosprecio por los límites de “lo real”. El fuego por otro lado estimula al aire hacia una mayor libertad de expresión y da a los signos de aire un sentido de confianza y de fuerza que nadie más les puede dar. A pesar de que los signos de aire admiran a los de fuego de muchas maneras, ellos insistirán en su derecho de pensar las cosas antes de comprometerse, un habito que puede volverse extremadamente molesto para los signos de fuego.

Un exceso de aire hace a la persona impaciente, nerviosa, ansiosa, inestable, habladora y, a veces, miedosa. Tiene dificultades en permanecer sola, dormirse, relajarse y sortear las dificultades. Tienden a ser más impersonales y prefieren vivir en su mente, frecuentemente, hasta el punto de sentirse excesivamente alejadas de la experiencia y del compromiso. Eventualmente, los hábitos y predisposiciones personales provocan cambios fisiológicos que reflejan las condiciones en otros niveles (a nivel físico o emocional). Como el aire es seco, su exceso provoca rigidez en todos los niveles, por lo tanto también puede manifestarse como rigidez en las articulaciones, fragilidad del cabello, de los huesos, de las uñas; artritis y enfermedades parecidas a las que se caracterizan por crujidos, piel seca y áspera, y señales prematuras de envejecimiento.

La escasez de aire lleva a una falta de perceptibilidad e inventiva, falta de sentido común, lentitud en el movimiento, la percepción, y las funciones corporales. Se asocian con la falta de aire; la anemia, el cansancio, la desvitalización, la desorientación, la introversión, el estancamiento, y la incapacidad para organizarse con efectividad.

Los signos de Aire; Géminis, Libra y Acuario son los encargados del desarrollo de la capacidad intelectual y social en el individuo. A Géminis le toca escoger y crear las ideas en las que el alma del hombre se desarrollará mas adelante y es el encargado de adquirir, comunicar y diseminar la información, razón por la cual los geminianos son parlanchines y les encantan los juegos mentales y de palabras, Libra busca conceptos, los sopesa y los balancea, haciendo comparaciones justas, por esto es que los libra son indecisos, y se encarga de la conciencia a nivel más social y Acuario que intuye principios universales, busca con su pensamiento el bienestar universal del ser humano y es por esto que los acuarianos son idealistas.


Agua

Los signos de Agua son: Cáncer, Escorpio y Picis.

Su polaridad es negativa -, receptiva. Los demás elementos dependen del agua para su adaptabilidad y fluidés. El elemento agua esta asociado con la receptividad, la vinculación y la adaptación. Aquellos con el elemento de agua extremadamente activado en sus cartas natales, se dan cuenta desde que nacen que existen varios factores intangibles que juegan un papel en la vida más importante de lo que generalmente se cree. Los signos de agua están básicamente en contacto con sus sentimientos, receptivos a los matices y las sutilidades de la vida que muchos otros ni siquiera notan. El elemento agua representa la realidad de la emoción profunda y la respuesta sensible, yendo desde la compulsión pasional y los abrumadores miedos, hasta una total aceptación y amor por la creación. El agua tiene el instinto de descender y por eso nutre las formas de los mundos más densos. Siendo que los sentimientos por naturaleza, son inconscientes, los signos de agua son conscientes del poder de la mente inconsciente y de aquello que esta provoca, teniendo un conocimiento profundo -aunque no racional- del manejo emocional. Cuando logran llegar a las más profundas dimensiones de la vida con consciencia, son los signos más intuitivos y psíquicamente sensibles. En ese caso los signos de agua están en contacto con la unidad de la creación y son capaces de ayudar a otros por medio de la resonancia empática a sus sentimientos. Cuando de alguna manera no son conscientes de su naturaleza sensible, se ven constantemente arrasados por deseos compulsivos, miedos irracionales, y resienten hipersensiblemente la mas pequeña amenaza.

Los signos de agua al igual que el agua, no tiene solidez o forma propia. Están por lo tanto más contentos cuando su fluidez es canalizada y conformada por alguien más (aunque esta cualidad los haga parecer dependientes), particularmente los signos de tierra que tienen la solidez que el agua necesita para confiar y apoyarse. A los signos de agua les cuesta trabajo la gente escandalosa o con personalidad fuerte , como los de fuego o aire. Se sienten más a gusto con aquellos que son más reservados e introspectivos, lo que les da una sensación de protección y seguridad. Esta cualidad secretiva del agua es algo engañosa ya que aunque aparezcan calmados externamente, llevan tormentas constantes a niveles más profundos y corrientes subterráneas que los pueden socavar. Pueden ser sensacionalistas a veces ya que inconscientemente crean tormentas emocionales y sobresaltos si su vida se vuelve demasiado rutinaria o fastidiosa.

La sensibilidad de los signos de agua es tan grande y su vulnerabilidad tan fácilmente herible que si sus respuestas emocionales no están bajo cierto control y son canalizadas apropiadamente, esto puede llevarlos a un estado de inestabilidad emocional y predisposición para ser fácilmente influenciados por medio ambiente. La sensibilidad de los signos de agua no debe de ser considerada debilidad, ya que el agua tiene una gran fuerza y poder penetrante durante largos períodos, especialmente cuando es concentrado en una dirección determinada. Un lindo ejemplo de este elemento está expresado por un estudiante chino del siglo XI :

“De todos los elementos, el sabio debería tomar al agua como precedente. El Agua es permisiva pero lo conquista todo. El agua extingue al Fuego buscando ser desafiada se escapa como vapor y se transforma. El Agua se lleva a la Tierra o al ser confrontada por rocas busca su salida por un lado... Satura la atmósfera de manera qué el viento cese.

El agua pasa los obstáculos con decepcionante humildad, ya que no hay poder que la desvíe de su curso predestinado al mar. El agua conquista permitiendo; nunca ataca pero siempre gana la última batalla.”

(John Blofeld’s. La Rueda de la Vida.)

Por último el agua corresponde con el proceso de obtener consciencia a través de una lenta pero segura percepción de los más profundos deseos del alma. Los signos de agua saben instintivamente que deben de protegerse de influencias externas, para poder asegurar la calma interna que necesitan para la reflexión profunda y la sutilidad de percepción. El tomar consciencia de la verdadera naturaleza de sus emociones y necesidades es un proceso lento y doloroso, pero mientras estén dispuestos a enfrentar sus motivos reales, tienen garantizada una satisfacción interna con el paso de los años.

El agua es un elemento que está asociado con la humedad y los líquidos. Rige sobre el sentido del gusto (la saliva) y el olfato (el sentido mas primitivo). Da al cuerpo suavidad de movimientos y lo protege contra las fricciones. Así como la tierra se ablanda con las lluvias, el agua proporciona al cuerpo su plenitud y suavidad. Se asocia al agua con las emociones, las facultades imaginativas y los sentimientos personales en oposición con el sentido de lo que nos rodea. Por ello, es totalmente subjetiva, así como el aire es totalmente objetivo. Refleja una impresión similar a la de una imagen en un espejo, aunque la propia al sentir de sí mismo. Por eso rige la sensibilidad interna, aunque no necesariamente la sensibilidad hacia los sentimientos ajenos o a una impresión espiritual que requeriría más desapego. Cuando el agua es equilibrada la disposición se dirige a la calma y firmeza, la persona es suave, flexible, gentil, sensible y agradable.

Así como el fuego rige la expansión y las aspiraciones, el agua rige la contracción y la autoprotección. Su exceso puede transformar a una persona aprensiva y excesivamente preocupada por su seguridad. También causa somnolencia, autoindulgencia, monotonía, voluptuosidad, lujuria, y con suma frecuencia: sobrepeso.

Cuando el elemento agua es deficiente, la persona tiende a manifestar los síntomas del exceso de aire en forma de rigidez. Carece de suavidad y de capacidad para relacionarse con los demás. No puede proyectar aquello que siente y por esto no es capaz de convencer a los demás de que tiene las razones personales adecuadas para lo que se propone y está realizando. En casos graves, no sabe cómo se siente, por lo que hace las cosas mecánicamente y carece de ritmo.

Los signos de Agua; Cáncer, Escorpio y Piscis son los encargados del desarrollo de la capacidad emocional en el ser humano. Así, Cáncer se encarga de generar y crear las emociones profundas – a menudo inconscientes - que nos dan sentido de pertenencia, que nos unen al vínculo familiar, y a nuestra madre y es por esto que los nativos de este signo son temperamentales, posesivos y contundentes en sus respuestas emocionales. Escorpio -regido por Plutón- como segundo signo de agua nos lleva a contactar con los sentimientos hacia la muerte, los recursos comunes y los misterios ocultos de la vida como el deseo y la sexualidad, es por esto que los Escorpio son profundos, intensos y reservados. Y finalmente Piscis que representa la fase final en la que aprendemos a lidiar con los sentimientos inconscientes, colectivos y místicos y la necesidad de pertenecer a algo todavía mayor y es esto lo que los hace soñadores, místicos y románticos.